Un psicólogo atípico…

Durante mucho tiempo viví como pude, a merced de las circunstancias, pero siempre tenía un anhelo en mente: ser dueño de mi propia vida, tener el control de mi tiempo y decidir por mi mismo como invertir mi energía…

«Fui un niño complicado, movido, como decían antes. Ahora, seguramente me hubieran puesto muchas más etiquetas como disléxico, discalcúlico, disgráfico, disruptivo, disonante y mil “dis” más.
 
En realidad, todo lo que me pasaba es que tenía que darle entretenimiento al hámster hiperactivo que habitaba en mi cabeza.
 
Un buen día, un profesor supo darse cuenta y me llevó a la biblioteca del colegio. Allí, sin duda, cambió mi vida. Me leí todos los libros de la biblioteca y con mis ahorros me compré mi primer libro: La Divina Comedia de Dante, editado por Giunti. En aquel momento no me podía ni imaginar que Giunti acabaría editando mis libros en Italia.
 
Mi vida está profundamente marcada por los libros que he leído y que he escrito, pero también está marcada por mi amor a la Naturaleza. Estoy seguro que si el hermano Valeriano fue el origen de mi amor por los libros, mi abuelo Isidoro fue el responsable de mi amor por la Naturaleza. Jamás olvidaré los largos paseos y charlas que dábamos por el campo, las tardes comiendo guisantes frescos en su huerto o su sonrisa al ir comprobando todos mis logros. Es una pena que no pueda compartir con él lo que ahora soy.
 
Poco a poco, con mucho esfuerzo, enfocado, sin padrinos, sin apellidos que me abrieran puertas, he ido consiguiendo la vida que quería vivir. La vida te pide que tengas prioridades, que tomes decisiones valientes, que te esfuerces y perseveres de manera inteligente. La vida, sin duda, está después del miedo.»

En Japón se utiliza la palabra «henko» para describir un cambio irreversible, un cambio en el que no hay posibilidad de retorno al estado inicial. Un cambio que, buscado o no, provoca una transformación reveladora.

Ahora sé que en un momento dado de mi vida tuve una experiencia henko. Mi henko fue actitudinal, un cambio de actitud gracias al cual adopté una nueva manera de ver, entender, sentir y reaccionar. Adquirí una nueva perspectiva vital, un nuevo enfoque, un nuevo marco de significado para relacionarme y entender el mundo.

Gracias a mi cambio de actitud acepté que algunas cosas no iban a cambiar nunca por mucho que lo decidiera, lo intentara o me lo propusiera. No podía ni debía incidir en todo lo que me rodeaba. Aprendí que a veces tenía que realizar un ejercicio de aceptación en vez de tratar de luchar contra un gigante. Me di cuenta de que era mucho más acertado centrarme en cambiar aquello que sí que era susceptible de ser cambiado.

Mi proceso henko fue un cambio en mi actitud, no en la realidad, en las personas o en el mundo. Entendí que la vida es como es pero que mi actitud podía cambiar. Mis nuevos ojos eran capaces de ver nuevos significados. Comprendí que se trataba de iluminar aquello que no tenía luz o que pasa desapercibido. Gracias a mi cambio henko descubrí nuevas formas de vivir, formas de vivir que nunca me había planteado o que creía que nunca podría llegar a vivir. Entendí que algunas cosas en la vida no tienen ningún sentido, pero que ello no implicaba que no pudiera convivir con ellas.

Algunas de las lecciones más valiosas que he aprendido

Prefiero ser un explorador a ser un experto


Tengo la actitud de un explorador que se maravilla ante cada descubrimiento que realiza. Un explorador es una persona con una mirada curiosa e inquieta que disfruta de aquello que explora sin juzgarlo, sin despreciarlo, tan solo gozando del mero hecho de explorar. Exploro a las personas, lo que sienten, piensan y hacen; pero también exploro nuevos países, nuevas sensaciones y nuevas experiencias.

La perseverancia es mi mejor aliada

Persevera. Persiste. No podemos esperar una vida cual camino de rosas. Las dificultades, los problemas y los contratiempos nos van a poner a prueba continuamente y nos van a alejar y distraer de nuestros objetivos. Las cosas no siempre salen bien a la primera. Si fracasas analiza el motivo, aprende y vuelve al ataque más sabio y con más recursos. 

He aprendido a vivir con el miedo


Confío en mi y en mis posibilidades. Si realizas un correcto análisis, una buena planificación y trabajas, no tienes por qué no ser capaz de superar la adversidad y de vencer tus miedos. Tener miedo es normal… Pero soy capaz de mirarlo cara a cara y hacer lo necesario para superarlo. La vida exige de elevadas dosis de valor, así que a calcular riesgos y a tomar decisiones valientes.

Solo tenemos una vida

Disfruta de las oportunidades que te brinda la vida. Busca activamente tu bienestar emocional. Nadie lo va a hacer por ti. La vida está para ser vivida. No espero que el azar enriquezca mi vida, prefiero enriquecerla yo de una manera activa. Aprovecho cada oportunidad que tengo para saborear la vida. No lo olvides, vivir no es lo mismo que sobrevivir. 

Atendí a las señales de incoherencia entre lo que quería,
lo que sentía y lo que deseaba.
Del libro WABI-SABI, aprender a aceptar la imperfección






¿Quieres formar parte de nuestra comunidad de psicoexploradores?

¡SUSCRÍBETE PARA RECIBIR LAS ÚLTIMAS NOVEDADES!

¡No hacemos spam! Lee nuestra política de privacidad para obtener más información.

Scroll al inicio